Los enemigos pueden fabricarse. No nacemos con enemigos, aprendemos a tenerlos por motivos y estrategias diferentes. La construcción del enemigo suele ser ideológica y política. Siempre ha habido formas de dominio que han requerido la presencia de supuestos enemigos, a los hay que odiar e incluso eliminar cuando se acentúa esa hostilidad. Y si no existen de veras, losenemigos se crean artificialmente, se fabrican porquees instrumental, incluso para medir nuestra capacidad grupal, identitaria o de simple patrioterismo. La redacción de este libro ha coincidido con la crisis política catalana. Si bien esta última no ha llegado alpunto de deshumanizar, matar o crear enemigos, sí escierto que ha cultivado la enemistad, el desapego, el señalamiento, la diferenciación entre ?nosotros? y?ellos?, el desprecio o la incomunicación y otros aspectos que son propios de las primeras fases que conducen a una escalada de la hostilidad. Conocer la secuencia de estos procesos, desde los más inocentes y comunes (algunas actitudes negativas, por ejemplo) hastalos más sofisticados e instrumentalizados (la propaganda del odio), es imprescindible para conseguir su superación, que pasa, entre otras cosas, por el elogioa la buena vecindad, la reflexión crítica, la empatía, la educación de los afectos, la solidaridad, el respeto mutuo por la individualidad y la singularidad de todos, así como la aceptación del disenso.
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