
Practicó el baloncesto mientras estudiaba, y su influencia se convirtió en uno de los temas principales de sus obras. Su estilo se caracteriza por la gran claridad y realismo, que refleja de modo fiel las proporciones del cuerpo.
Su gran éxito llegó con la publicación de Slam Dunk en 1990. Llegó a convertirse en el manga más vendido de la historia (título que le arrebató años después One Piece) y fue adaptado al anime con notable aceptación. Se trataba de una obra de gran calidad gráfica y que combinaba un tratamiento emotivo y realista del baloncesto con un sentido del humor desbordante que le dio mucho éxito.
Ha seguido publicando obras como Buzzer Beater, Piercing, Vagabond, y ha diseñado personajes para el videojuego Lost Odissey.