Joan Coromines

Joan Coromines (Barcelona, ​​1905 - Pineda de Mar, 1997), considerado el filólogo catalán más prestigioso desde Pompeu Fabra. Tras la Guerra Civil, se exilia en Sudamérica y llega a ser profesor de la Universidad de Cuyo, Argentina. Más tarde, se convierte en profesor de la Universidad de Chicago, donde se queda más de veinte años, hasta jubilarse en 1967. Entonces, regresa definitivamente a Cataluña y se instala en Pineda de Mar.

Joan Coromines fue un filólogo de talla internacional, sobre todo a raíz de la publicación del Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana (1954-1957, 4 vol.), que fue el primer diccionario etimológico de la lengua castellana escrito con un espíritu científico. Posteriormente, fue ampliado, convirtiéndose en el Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (1980-1991, 6 vol.), de referencia mundial dentro del campo de la filología románica. Parte de sus estudios de toponimia fueron publicados en los dos volúmenes de Estudis de toponímia catalana (1965-1970). Un año más tarde publica Lleures i converses d’un filòleg (1971), otro volumen misceláneo que hace crecer el prestigio del filólogo en la sociedad catalana. Por último, en los tres volúmenes de Entre dos llenguatges (1976-1977) se recogen y ponen al alcance de los estudiosos una parte importante de sus artículos dispersos por revistas especializadas. Sin embargo, la obra de referencia del filólogo fueron los diez volúmenes del Diccionari etimològic i complementari de la llengua catalana (1980-2001, 10 vols.), que daba respuesta, de forma global, en la filiación etimológica del catalán, y los ocho volúmenes del Onomasticon Cataloniae (1989-1997, 8 vols.), que hacía lo mismo con los nombres de lugar de todos los Países Catalanes.

En 1984 fue galardonado por el gobierno catalán con el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes por sus estudios de la lengua catalana y su gran lucha contra su discriminación respecto a la lengua española. En 1989 fue, por igual razón, galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas, que recibió de manos del entonces Ministro de Cultura Jorge Semprún. Nunca aceptó ser miembro de la Real Academia de la Lengua Española. Coromines tenía grandes conocimientos de catalán, español, occitano y vasco, llegando a ser miembro honorífico de la Real Academia de la Lengua Vasca.