9 Libros encontrados
Lapham, David
La pequeña Virginia Applejack sueña con convertirse en el enemigo público número uno, y lo cierto es que no va por mal camino. Los ánimos en casa están que arden y del ambiente en la escuela mejor ni hablar.
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Lapham, David
Para un pequeño grupo de supervivientes, el descubrimiento de un hombre hambriento y herido en el desierto se convierte en una extraña bendición. Él sabe dónde pueden estar a salvo, en una pequeña comunidad donde los militares ofrecen protección y los científicos están desarrollando una cura para los Cruzados.
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Lapham, David
Aunque sabe apañárselas muy bien sola, Virginia Applejack se ha instalado por unos días en casa de su tíaJane, que tiene demasiado tiempo libre desde que el tío Jack dejó la medicación, se instaló en el garaje yse sumió en un estado catatónico. Eli les hace recados. Según tía Jane, Eli es el chico más guapo de todoel condado de Worcerster, por no decir de todo el estado de Maryland. Su madre es una bruja posesiva y manipuladora y su padre murió en un sospechoso accidente. El chaval lleva consigo un tremendo equipaje emocional y en una ocasión se apuñaló un pie. Tanto él como Virginia tienen claro que si no estuvieran tan jodidos tal vez serían más felices pero más aburridos. Ahora Dedos tiene un negocio para Virginia. Dedos se llama Dedos por algo, no lo olvidemos. La sensación general, en cualquier caso, es que de aquí nadie va a salir vivo.
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Lapham, David
Tomo 4 del 2º arco argumental de la galardonada serie noir Balas PerdidasRobar la pasta y las drogas, hecho.Darse el piro, hecho.Beth, Orson y Nina han conseguido esquivar a sus enemigos al menos, de momento. Se dicen que los buenos tiempos están a la vuelta de la esquina, pero ¿cuál exactamente? ¿Dónde podrían instalarse para no tener que guardarse constantemente las espaldas? ¿Encontrarán algún día ese lugar o se hundirán para siempre en un pozo cada vez más profundo de paranoia y locura?Para colmo, ahora resulta que Kretchmeyer y Annie son pareja, una bastante maltrecha, por cierto. Sus vidas son una mierda sin dinero a espuertas ni nadie a quien mangonear, y se lanzan a la carretera.El infierno los espera. Y allí el pasado siempre te encuentra.
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Lapham, David
Seaside es un pueblo tranquilo y pretendidamente amigable situado al oeste del mapa, en pleno desierto. Sus habitantes viven esperando el gran día en que un terremoto hundirá California en las profundidades y situará su localidad en primera línea de playa.
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Lapham, David
Si alguien a quien quieres te pide algo que estás seguro de que saldrá mal, ¿lo harías igualmente? Corre 1981 en Baltimore. Beth y Orson tienen trabajo que hacer: fabricar unas bombas de humo, comprar un par de pasamontañas, hacerse con unos rifl es o un par de pistolas... Y les hará falta también una escalera de mano. La idea es dar el palo en el Cock s Crow, el club de estriptis que regenta BJ, rescatar a Nina y largarse de la ciudad. Orson, sin embargo, no las tiene todas consigo, y Beth tampoco es que esté en su mejor momento. Nina, que empieza a tener un serio problema con la cocaína, preferiría que matasen a Spanish Scott, pero Ah, empieza a ser todo demasiado real. Y Baltimore está a punto de convertirse en zona de guerra.
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Lapham, David
A los siete años Virginia Applejack todavía se meabaen la cama. Beth Kozlonowski se empezó a valer por símisma a los quince. Bobby, que solo tiene once, acaba de birlar una Smith & Wesson M29, calibre 44 Magnum, con cañón de veinticinco centímetros. Virginia consta como desaparecida desde 1983, pero desde entoncesha llovido mucho (o lo suficiente, casi tres años) para que la chavala se las haya visto de todos los colores. Su padre murió de cáncer y su madre y su hermanaviven en las afueras de Baltimore. Ella, instalada con Beth en Los Ángeles, cuida de Bobby y está a puntode dejarse enredar por un aspirante a dramaturgo queconduce un Plymouth Fury y vive donde termina la carretera. Alternando puntos de vista y dándonos a conocer todas las facetas de su crónica de sucesos, DavidLapham propone una de las entregas más tenebrosas deBalas perdidas, que no es decir poco
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Lapham, David
Al final Beth y Orson la liaron parda: un asalto, un tiroteo, salir por patas, rescatar a Nina. Y luego el crío ese en el maletero del coche. Ahora tienen consigo dos maletas, una llena de billetes y otra, de cocaína, pero les falta mundo para correr. Y Orson necesita un médico o algo que se le parezca. Annie, por su parte, es ya toda una madurita. Nadie sabe su edad a ciencia cierta, pero los chavales de Palm Court la adoran. Annie es la madre de Beth, aunque no se ven desde hace diez años. Ahora tiene algo así como un marido y un ex tirando a peligroso. También quiere un bolso caro, cambiar el alicatado del baño y viajar a París. No le queda otra que emprender en el negocio de la hierba. Volver a las faldas de mamá no parece exactamente una buena idea, pero Annie no es exactamente una mamá. Annie es otro problema andante.
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Lapham, David
Baltimore. Finales de los 70. Alguien ha matado a Lonnie, gerifalte de la droga. Harry pasa a estar al mando, pero le puede la paranoia. Spanish Scott lo sabe y está dispuesto a tomar las riendas, poner a tono el negocio, hacerse con el tráfico. Luego está el joven Kretchmeyer, qué tío. Pese a su juventud, ya ha tenido tiempo de dar pasaporte a unas doscientas catorce personas, muerto arriba, muerto abajo. Beth solo ha matado a un tipo, y además fue un accidente, nada importante. Beth siempre cae de pie, aunque ahora mismo le debe diez de los grandes a Dedos, asesino profesional con gusto por la amputación. Y peor todavía: se está encoñando con ese chaval, Orson, el universitario que la otra noche intentó atracar una licorería. Por si fuera poco, la infame Banda del Sol está a punto de darse a conocer. Todo mal.
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