4 Libros encontrados
Diego, Estrella de
'Cuando Picasso murió leí en una revista que había hecho cuatro mil obras maestras en su vida y pensé: ''Caramba, yo puedo hacer eso en un día'''', de este modo reflexionaba Andy Warhol a propósito de Picasso en su libro ''La filosofía de Andy Warhol'', aparecido en 1975. Hacía poco que había muerto Picasso, productivo hasta el final, obsesionado hasta entrados los años 60 del siglo XX con el tema del pintor y la modelo: el artista de la tradición clásica, que se codea con los grandes maestros, que vuelve la mirada hacia ''Las Meninas'' y las multiplica, las convierte en serie, imágenes de las culturas populares que desacralizan el mundo y que fascinaron a tantos artistas desde las primeras décadas del XX. También Picasso cayó bajo el hechizo de esa cultura popular que construyó una relación diferente con la visualidad tal y como se había conocido hasta entonces. De esas culturas populares Picasso aprendía la técnica para construir una imagen en la cual la obra, el personaje, el retrato de ese personaje, la biografía misma... tienen algo de fabuloso proyecto autobiográfico que, igual que ocurre con Dalí, forma parte de una compleja y calculada maniobra que parte del artista, con su imagen siempre bajo control. Sentado ante la pantalla translúcida de Clouzot en ''Le mystère Picasso'' de 1955, Picasso pinta. Pinta y borra. Corrige y las formas se van metamorfoseando. Entonces es un gran maestro, rico y aclamado por todos, como siempre deseó ser. Pese a todo, a pesar del éxito y del cuidado a la hora de diseñar su propia imagen en el ''proyecto Picasso'', una duda última surge frente a este hombre ya mayor que aprendió casi todo del cine, del circo, del vodevil..., una posibilidad de lectura más que, como siempre ocurre con Picasso, reta a nuestra audacia.
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Diego, Estrella de
Un recorrido por el Museo del Prado ?por sus imprescindibles y sus olvidados? de la mano de una Estrella de Diego. áá Paseos por el Museo del Prado. Por sus clásicos y sus olvidados. Por su historia, sus historias y sus recovecos. Siguiendo la estela del clásico Tres horas en el Museo del Prado de Eugenio d'Ors, Estrella de Diego nos propone un nuevo recorrido con una mirada del siglo XXI.Y así asoman por estas páginas imprescindibles como Las meninas de Velázquez leídas a la luz del Pierre Menard de Borges, o las obras de Goya, también cuadros históricos que hoy vemos con otros ojos e interpretamos con otra perspectiva, como Las hijas del Cid de Teófilo de la Puebla o Juana la Loca de Pradilla, o la escultura del Hermafrodito, y lienzos olvidados como los de Clara Peeters o el espléndido retrato de un león africano titulado El Cid de Rosa Bonheur, que durante demasiado tiempo estuvo guardado en los sótanos, acaso porque su autora era mujer y lesbiana, y si hoy hay que reivindicarla es sobre todo como una gran pintora a secas.El Prado inadvertido se mueve entre el ensayo y la memoria personal y es un homenaje a un museo que ha acompañado a la autora a lo largo de toda su vida. Un museo cargado de pasado y de futuro, un espacio vivo, que se va transformando a través de las miradas de las sucesivas épocas. Porque, como dice Estrella de Diego: «Los museos, como las palabras y las historias y las imágenes, van cambiando a cada paso, llenándose de narrativas diferentes y nuevas, las que exigen los cambios en el gusto, las que persiguen las transformaciones en el concepto de calidad, las que se construyen, aun sin saberlo, desde las leyes del extranjero: traer y llevar las preguntas. Es cuestión de sacar lo olvidado a la luz ?aunque lo olvidado sea diferente en cada momento histórico? y rescatar lo excluido teniendo clara una cosa: por mucho que tratemos de recuperar lo excluido, siempre quedará algo fuera, alguien fuera.»
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Diego, Estrella de
Desde mediados de la década de 1940 el panorama de las artes visuales empieza a transformarse de manera radical: París y las viejas vanguardias pasarán a la historia para dejar paso a un nuevo periodo en el cual Estados Unidos y América Latina empiezan a adquirir un auge hasta el momento impensado. Se abre de este modo una nueva forma de acercarse al hecho artístico que, con nuevos actores y nuevos guiones, cambia por completo el panorama de las artes visuales y las formas de narrarlo. El libro se aproxima a esos nuevos relatos haciendo un especial énfasis en cuestiones esenciales para el cambio de paradigma que se opera en el arte a partir de la segunda mitad del siglo XX: desde la puesta en cuestión de asuntos básicos como la unicidad y la originalidad, la mayor visibilidad de las mujeres artistas o la importancia de la teoría en la producción y lectura de las obras, hasta los nuevos lugares de exhibición o la irrupción de otros países fuera del ámbito de poder tradicional.
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Diego, Estrella de
En 1923 se cumple el primer centenario de Christian Franzen (1864-1923), el más destacado fotógrafo del Madrid de la Restauración y la Regencia.En la frontera de los siglos XIX y XX, fue Franzen el retratista de la realeza y, del rey abajo, de todos los que eran algo en la alta sociedad madrileña de entonces: aristócratas, actores, literatos, artistas y miembros de la ascendente burguesía de los negocios. “Franzen -escribe Estrella de Diego- es el maestro de las escenas “robadas” a la clase ilustrada, a la cual sorprende en la cotidianeidad de sus tertulias, sus conciertos, sus sesiones de trabajo. Galería privilegiada que habitan escritores y artistas, Pardo Bazán, Pereda, Juan Valeria, Pérez Galdós, Joaquín Sorolla … Sus amigos”.
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