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¿Cuándo surge el sentimiento de intimidad en el arte? ¿Qué pintores empezaron a representar espacios acogedores, cálidos e íntimos? Probablemente fueron Vermeer, De Hooch y otros pintores del siglo de oro neerlandés quienes trasladaron por primera vez a sus telas esos interiores privados. Pero si los holandeses dieron el pistoletazo de salida, tras ellos, numerosos artistas iban a participar en esta búsqueda de lo íntimo. De los interiores cálidos de Holanda se pasó a los fríos y pálidos del pintor danés Vilhelm Hammershøi, el suizo Felix Vallotton descubrió en sus cuadros lo que había de perturbador en los espacios burgueses de las ciudades europeas de principios del siglo XX, los surrealistas indagaron en los interiores soñados, en los que las paredes se deforman y los suelos se abren bajo nuestros pies, Edward Hopper diseccionó con la precisión de un cirujano los espacios anónimos de los no lugares: los hoteles y los compartimentos de tren. Otros artistas, como Degas y Bonnard, abrieron de par en par las puertas del cuarto de baño, mientras más tarde, en este siglo, el dormitorio y la misma cama revelaron todos sus secretos en las interpretaciones de Tracey Emin y de Sophie Calle. La intimidad es un producto cultural que se ha declinado de muchas maneras a lo largo de los siglos. Con rigor y pasión, Charo Crego nos descubre en Dentro esta insólita historia de la intimidad en el arte.
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En pleno fragor de la Primera Guerra Mundial, poco despuΘs de que en Z·rich naciera el Dadaφsmo y en Rusiael Suprematismo, un reducido grupo de artistas fundaen Holanda la revista De Stijl y establece los principios fundamentales de la estΘtica neoplßstica. Hoy son de sobra conocidos los productos de la moda y delmarketing que utilizan el lenguaje de Mondrian: desdeel famoso vestido de Yves Saint Laurent a los frascos de cosmΘticos de l’,OrΘal. Pero muy pocos saben quΘ se esconde en realidad detrßs de esas lφneasy de esos colores tan caracterφsticos. En el presentevolumen, Charo Crego desentra±a lo que nos quieren decir los cuadros de Mondrian, los muebles de Rietveldo las casas de Oud. Tras un detallado estudio hist≤rico del grupo y de sus relaciones con las demßs corrientes de vanguardia de la Θpoca, la autora analiza las obras artφsticas y las ideas estΘticas de estos artistas, ofreciΘndonos un apasionante y riguroso retrato de este movimiento artφstico
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