12 Libros encontrados
Azaña, Manuel
Diálogo de la guerra de España. La velada en Benicarló no es sólo un libro de historia, una crónica de la guerra civil, sino que sobre todo, se puede entender como el testamento político de Manuel Azaña, pues en sus páginas mantiene los postulados que forman las bases de su concepción moral de la política y de su actitud intelectual: en definitiva, su concepto de la política como algo «razonable», su idea del Estado como motor de la reforma civilizadora y su devoción constante por la libertad... Ante el fracaso de la República, Azaña reflexiona sobre sus principios liberales y la realidad que los niega, a pesar del choque entre idea y sociedad mantendrá su fe en la primera, pues la considera «verdad» moral de carácter universal, que no pierde su vigencia aunque en un momento histórico, en una determinada sociedad (en su caso, la española de 1936), fracase eventualmente. Pese a sus humanas limitaciones, a sus errores o a su irremediable subjetivismo, La velada en Bernicarló es la mejor obra de Azaña y, sin duda, una de las obras más importantes del pensamiento político español. Cumple así dos importantes objetivos: por un lado, su valor es inmenso para que las generaciones actuales comprendan mejor la guerra y la República, y, por otro, refleja de modo meridiano la real dimensión de su autor: el hombre de razón, el liberal insobornable que ni en los momentos más duros de su vida perdió su amor por España y por la libertad. Y hoy, está más vivo que nunca.
Has añadido la cantidad máxima disponible.
Azaña, Manuel
La novela de Azaña, muy admirada por Salinas, que retrata y critica la educación en los colegios religiosos Si la trayectoria política de Azaña lo convierte en uno de los grandes protagonistas del siglo XX, su vertiente intelectual no es menos destacable: traductor y escritor, colaboró en varias revistas culturalesy ganó el Premio Nacional de Literatura en 1926. «Eljardín de los frailes» narra las vivencias de un adolescente en un colegio religioso de El Escorial ?dondeel propio Azaña estudió hasta 1898?, un joven «con todas esas apetencias, generosas o no pero fervientes,que el mundo desconoce o pisotea». Así, el autor disecciona una atmósfera en la que «aprendíamos a refutar a Kant en cinco puntos, y a Hegel, y a Comte, y a tantos más» en esta novela de formación muy alabada por Salinas: un retrato del artista adolescente con elque Azaña llegó definitivamente a la conclusión de que era imprescindible limitar el poder de la Iglesia para regenerar España.
Has añadido la cantidad máxima disponible.
Azaña, Manuel
Con ninguna obra de ningún otro poeta sucede lo mismo: la identidad del Quijote y España es única. La historia no ha hecho sino cuajar y consolidar cuanto Cervantes, como español, sentía adensarse en torno. Esta proyección del Quijote es la más poderosa. El Quijote no es el monumento de una civilización abolida, como la Ilíada, continuamos la ruta del Quijote, poblamos su tierra, hablamos su lengua, y somos conterráneos, vecinos y tal vez amigos del cura y el barbero, de Carrasco, del duque y de Ginés. Los españoles tenemos la rara fortuna de encontrar, volviendo la vista atrás, esa enorme represa de la vida nacional, formada, como jugando, por el Quijote.
Has añadido la cantidad máxima disponible.
Azaña, Manuel
La velada en Benicarló presenta, bajo la forma de un diálogo socrático, una profunda reflexión acerca de la guerra civil española, sus implicaciones éticas y sus raíces históricas y sociales. El texto fue redactado en plena contienda, durante la insurrección de mayo de 1937, y supone en la práctica una condensación del ideario ético-político de Manuel Azaña, que pone en boca de sus personajes algunas de las ideas y problemáticas que más le preocuparon como político e intelectual. Por todo ello, La velada constituye, además de un texto filosófico y literario, un documento histórico de primer orden, imprescindible para comprender las hondas divisiones que condujeron al colapso a la sociedad española.
Has añadido la cantidad máxima disponible.
Azaña, Manuel
El dietario de Manuel Azaña (Alcalá de Henares, 1880, Montauban, 1940) «es el texto memorial más importante de la historia moderna española», en palabras de Juan Marichal, a las que cabría añadir: y el más desconocido, no en vano Cipriano de Rivas Cherif, el hombre que mejor conoció a Manuel Azaña, tituló Retrato de un desconocido la biografía, gestada en las cárceles franquistas, que le dedicó en 1961. José Andrés Rojo señala en el epílogo a esta selección del Diario: «Se ve constantemente obligado a estar en sus obligaciones y al mismo tiempo a no perderse a sí mismo. Me he educado en veinticinco años de apartamiento voluntario, en la contemplación y el desdén escribe el 3 de julio de 1932. Y no tengo remedio. La Morcuera me interesa más que la mayoría parlamentaria, y los árboles del jardín más que mi partido. ¿Era verdaderamente así, o en todo diario hay siempre el afán de construirse una máscara y la urgencia de no jugar un papel ya trazado, sino que se elabora a partir del contacto con el tráfico de los hechos?».
Has añadido la cantidad máxima disponible.
Azaña, Manuel
Frente a la teoría de que el levantamiento de los Comuneros supuso un ataque a la modernidad que Carlos Vtraía de Flandes, Manuel Azaña ve en ella la primerarevolución popular contra el absolutismo. Fue, por tanto, una apuesta lanzada hacia el futuro, tan moderna, tan presente, que seguía viva cuatro siglos después, en vísperas de la Segunda República. Sumergiéndoseen las fuentes primarias de la época, el que fuera presidente de la República demuestra la vigencia del pensamiento comunero tras examinar cuidadosamente los documentos recopilados sobre la Guerra y la Revoluciónde aquellas Comunidades de Castilla de 1520. En el ochenta aniversario de la muerte de Azaña, Isabelo Herreros rescata y explica los textos donde el gran intelectual republicano español demuestra que la sublevación castellana reclamaba igualdad, contribución fiscal para cualquiera —sin aceptar privilegios de la nobleza—, representación en Cortes independientes de la voluntad real? y, en suma, todo lo que constituye unarevolución moderna.
Has añadido la cantidad máxima disponible.
Azaña, Manuel
Madrid fue para Azaña, en sus años de estudiante en El Escorial, unas luces lejanas que le atraían por su misterio. Después, viviendo ya en Madrid, la ciudad fue el escenario de sus largos paseos solitarios. En sus artículos de juventud veía Madrid como un poblachón sin vitalidad ni entusiasmo. Pero pronto, cuando empieza su actividad política, se plantea la necesidad de «pensar Madrid»: la república necesita una capital a la altura de sus ideales. En su mente se abre paso la idea del Gran Madrid, que muy pronto la guerra hará imposible. Pero antes ha disfrutado de su Madrid preferido: el de los montes de El Pardo, el de la Quinta, el de los pueblos próximos -El Escorial, Guadarrama, Villalba, Manzanares el Real...-. Cuando estalla la guerra y el gobierno se traslada a Valencia y luego a Barcelona, Azaña hará un único viaje a Madrid, que él sabía, probablemente, que era el último, pronuncia entonces uno de sus más bellos discursos sobre la capital, a la que llama ejemplo de dignidad, de sacrificio y de esperanza.
Has añadido la cantidad máxima disponible.
Azaña, Manuel
Buen conocedor de la geografía y la historia españolas, Azaña siempre se consideró español, pero esa declaración no evitó que reconociese los defectos del país ù«su locura, su violencia su desidia, su atraso, su envidia»ù, con los que se negó a ser indulg
Has añadido la cantidad máxima disponible.
Azaña, Manuel
La persona y la obra de Manuel Azaña Díaz (Alcalá deHenares, 1880-Montauban, Francia, 1940) fueron objetode escarnio durante los largos años del franquismo.En 1966, el rescate de sus escritos por Juan Marichal(y en 2007 por Santos Juliá) cambió las tornas y pronto se reconoció que sus diarios políticos estaban ala altura de los mejores de su tiempo. Pero Azaña también abordó otros empeños creativos. La presente selección de su Obra literaria ofrece las estampas de suvida de adolescente como interno en El Escorial (El jardín de los frailes, 1926), una comedia dramática deaire fantástico y complejo trasfondo político sobreel amor imposible de una princesa y un joven jefe revolucionario (La corona, 1930), y un diálogo de hechuras teatrales que, a lo largo de una noche de marzo en1937, entablan sus protagonistas (La velada en Benicarló, 1939). Ahí están algunas de las páginas más desoladas, elocuentes y certeras que se han escrito sobre la guerra civil. Manuel Azaña íntimo, en tres libros: El jardín de los frailes o la adolescencia, La corona o amor y fantasía, y La velada en Benicarló o un diagnóstico de la guerra. Manuel Azaña Díaz (1880-1940) fue Letrado del Ministerio de Gracia y Justiciaademás de periodista, escritor y político por vocación intelectual. Con su cuñado Cipriano Rivas Cherif publicó una revista literaria, La Pluma (1920), poco después, tradujo del francés y del inglés a importantes escritores y desarrolló su breve carrera literaria.En 1931 la República le hizo ministro de la Guerra ymuy pronto, jefe de gobierno. En abril de 1936, trasla victoria del Frente Popular, Azaña fue votado para la Presidencia como la figura más relevante de la izquierda reformista. El 3 de noviembre de 1940 murióexiliado en la ciudad francesa de Montauban, donde está enterrado. José-Carlos Mainer (1944) es catedrático jubilado de la Universidad de Zaragoza e historiador de la literatura. Ha preparado ediciones de escritores de los siglos XIX (Valera y Pérez Galdós) y XX (Valle-Inclán, Antonio Machado, Baroja, Gómez de la Serna, Giménez Caballero, Ramón de Basterra, FranciscoAyala, Luis Martín-Santos y Carmen Martín Gaite). Y es autor de La Edad de Plata (1902-1939). Ensayo de interpretación de un proceso cultural (1975), El aprendizaje de la libertad. La cultura de la transición (1973-1986) (2000, en colaboración con Santos Juliá), Pío Baroja (2012), Periferias de la literatura. De Verne a Buñuel (2018) y 17 de diciembre de 1927. El triunfo de la literatura (2020).
Has añadido la cantidad máxima disponible.
Azaña, Manuel
El profesor Santos Juliá ha seleccionado aquí losmejores discursos políticos del presidente Azaña, explicando las circunstancias en que se pronunciaron y las razones políticas a que venían a servir, dotándonos de un excelente hilo conductor que engarza con losdiscursos y los dispone de tal modo que se conviertenen una nueva forma de aproximarse a la historia de España en la primera mitad del siglo xx.
Has añadido la cantidad máxima disponible.
Azaña, Manuel
En 1933, cuando era primer ministro de la República española, Manuel Azaña declaró al periodista norteamericano John Gunther: «Soy un intelectual, un liberal y un burgués». Su valentía al declararse intelectual ante sus adversarios políticos, generalmente
Agotado ahora
Has añadido la cantidad máxima disponible.
Agotado ahora
Has añadido la cantidad máxima disponible.