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Madison, Natasha
playboy(Voz ingl.)1. m. Hombre, generalmente rico y atractivo, de vida ociosa y sexualmente promiscua. Sinónimos: socialité, buscador de placer.NoahLo tengo todo: soy rico y guapo y puedo tener a la mujer que quiera. Hasta que la conozco a ella y todo mi universo recibe una patada en el culo, porque Kaleigh no quiere saber nada de mí.KaleighNunca repito una cita con nadie. Así hay menos posibilidades de que me rompan el corazón. Hasta que mis ojos aterrizan sobre el único hombre por el que rompería mi norma. Ella cree que puede huir de mí. Que voy a dejar que se me escape. Él cree que puede hacerse con una mujer como yo. No tiene ni idea. Un hombre que lo tiene todo necesita solo una cosa: a alguien que le tiente. Solo tienes que ver cómo tiento al playboy…
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Madison, Natasha
Tras pillar a su marido teniendo una aventura, Parker, que vuelve a ser madre soltera, regresa a su trabajo como fisioterapeuta. Además, se hace cargo de la famosa pista de hielo de su padre y la convierte en el lugar de sus sueños: el centro perfecto en el que pueden entrenar los jugadores de la nhl en pretemporada y recibir tratamientos de rehabilitación de primera calidad.Con lo que no contaba Parker es que el chico de oro de la nhl, el guapo y arrogante Cooper Stone, recién salido de una lesión, pusiera su vida y su pista de hockey patas arriba. Y eso que, tras un malentendido, empiezan con muy mal pie. Pero poco después Cooper, que tiene una bien ganada fama de mujeriego, centra su objetivo exclusivamente en Parker…¿Podrá Cooper derribar poco a poco las murallas que Parker ha erigido en torno a su corazón?Provienen de mundos distintos, pero cuando sus corazones colisionan, algo tan distinto y erróneo se convierte en algo tan perfecto.
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Madison, Natasha
Lauren: Se suponía que volver al trabajo después de mi ruptura iba a ser una transición poco dolorosa, pero cuando mi nuevo jefe resultó ser un idiota arrogante y engreído, toda mi vida profesional se convirtió en una tortura. Vale, lo admito: llamarlo «caraculo» antes de saber que era el director de la empresa no fue lo más acertado. Hubiera debido ser fácil odiarlo. Solo que no contaba con que fuese tan guapo ni encantador cuando le da la gana y no se dedica a sacarme de quicio, claro. Austin: Esperaba que mi asistente fuese profesional y puntual, pero lo único que recibo son miradas fulminantes y comentarios fuera de tono. Debería despedirla, y, sin embargo, lo único en lo que puedo pensar es en recostarla sobre mi escritorio y romper todas las reglas que yo mismo me he impuesto con mis subordinadas.Una mirada. Una caricia. Una noche. Si rompemos las reglas, nuestras vidas nunca volverán a ser iguales.Lo bueno es que las reglas se hicieron para romperlas. Y además, no está tan mal tentar al jefeà
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