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Rosa Pich es madre de 18 y, por tanto, cuenta con una amplia experiencia como cabeza de familia numerosa. Haciendo gala de valores universales como la entrega a los demás, la generosidad, el amor y el respeto al prójimo, nos presenta una visión optimista de la vida ante el reto que supone el día a día de una familia tan peculiar. A través de entrañables anécdotas, la autora nos revela los pilares fundamentales sobre los que los hijos pueden apoyarse para convertirse en personas responsables, capaces y conscientes de la importancia de disfrutar e ilusionarse con todo lo que hagan. Si la educación requiere de constancia y esfuerzo permanente, La vida es bella nos da las herramientas necesarias para afrontar esa misión, haciendo que la orientación y el acompañamiento de los hijos sea una tarea más fácil. Sea como fuere, siempre, y a pesar de los baches que encontremos en el camino, la vida en familia merece la pena. Y si además la afrontamos con la actitud positiva que Rosa Pich nos transmite, será indudablemente más bella.
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Un relato autobiográfico sobre las alegrías de la familia numerosa, el dolor de la pérdida y una relación con Dios que puede fortalecerse en cada etapa vitalA pesar de los obstáculos vitales, Rosa Pich no ha renunciado ni a la alegría, ni a la esperanza, ni al optimismo. En el transcurso de los siete capítulos que forman También hay Cielo, la autora se sirve de su autobiografía para reflexionar sobre la naturaleza de la familia y de los cónyuges en el matrimonio, la fe en Dios durante la enfermedad y el luto, la importancia de tener buenos amigos en todos los momentos de la vida y el gozo con que se puede afrontar todo. “La alegría nos guía hacia el Cielo. Pase lo que pase, sean cómo sean las circunstancias, esta es la meta final, es el motivo que tiene que estar detrás de todos nuestros motivos”. En También hay Cielo, Rosa Pich nos cuenta su secreto para irradiar energía positiva a pesar de los momentos difíciles: la oración. La autora busca el sentido de aquello que, de entrada, parece que no tiene y, si no lo encuentra, aprende a sobreponerse a la incertidumbre desde la confianza en Dios. También hay Cielo es un testimonio explícito de la ayuda divina que el creyente sabe que recibe cuando abraza su Cruz.
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Malgrat els embats vitals, la Rosa Pich no ha renunciat ni a l’alegria, ni a l’esperança, ni a l’optimisme. En el transcurs dels set capítols que fan També hi ha Cel, l’autora aprofita l’avinentesa autobiogràfica per escriure sobre la naturalesa de la família nombrosa i dels cònjuges en el matrimoni, la fe en Déu durant la malaltia i el dol, la importància de tenir bons amics en tots els moments de la vida i el goig que ho pot amarar tot. “L’alegria ens fa de guia cap al Cel. Passi el que passi, siguin com siguin les circumstàncies, aquesta és la meta final, és el motiu que ha de ser rere tots els nostres motius”.A També hi ha Cel, Rosa Pich no se n’està d’explicar el seu secret per irradiar energia positiva malgrat els moments difícils de rosegar: la pregària. Sota cada capítol hi ha un fil espiritual que busca el sentit d’allò que d’entrada sembla que no en té i, si no el troba, aprèn a sobreposar-se a la confusió des de la confiança en Déu. També hi ha Cel és un testimoni explícit de l’ajuda divina que el creient sap que rep quan abraça la seva Creu.
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