1 Libros encontrados

Moreno García, Abdón

Cuanto más trate mis propias ideas, o también mis convicciones, como algo que me pertenece, y de las que por ello mismo me enorgullezco, inconscientemente tal vez, como alguien se enorgullece de un invernadero, o de una cuadra, tanto más tenderán estas ideas y estas opiniones, por su misma inercia (o, lo que viene a ser lo mismo, por mi inercia ante ellas), a ejercer sobre mí una ascendencia tiránica, ahí está el principio del fanatismo en todas sus formas. Lo que se produce aquí es una especie de injustificable alienación del sujeto (me decido con disgusto a emplear aquí este término) ante la cosa cualquiera que ésta sea. Ahí está, a mi modo de ver, la diferencia entre el ideólogo, de una parte, y el pensador y el artista, de otra. El ideólogo es uno de los tipos humanos más temibles que existen, puesto que inconscientemente se hace a sí mismo esclavo de una parte reprimida de sí mismo, y porque dicha esclavitud tiende inevitablemente a convertirse hacia fuera en tiranía . Por el contrario, El pensador está perpetuamente en guardia contra esta alienación, esta petrificación posible de su pensamiento, permanece en un estado perpetuo de creatividad, todo su pensamiento está siempre y en todo momento, puesto en cuestión .
20,00€ 19,00€
Has añadido la cantidad máxima disponible.