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Coccia, Emanuele
El nuevo y revelador ensayo del autor de Metamorfosis. La fascinante continuidad de la vida La casa es el acontecimiento moral por excelencia. Antes de ser un artefacto arquitectónico es un artefacto psíquico que nos hace vivir mejor de lo que la naturaleza nos permitiría. Es el esfuerzo por adaptarnos a nuestro entorno y viceversa, una forma de domesticación mutua entre las cosas y las personas. Es la prolongación de lo que empezamos a hacer cuando nacemos: construir una intimidad con cuanto nos rodea. Por eso coincide con el «yo», y nos muestra que para decir «yo» necesitamos a los otros. A partir de su experiencia en las treinta mudanzas que ha realizado a lo largo de su vida, el autor combina distintas disciplinas para analizar temas aparentemente cotidianos, como la configuración de la cocina, las camas, los pasillos e incluso los cuartos de baño, pero que, sin embargo, constituyen el telón de fondo de cuestiones fundamentales como la crianza, el sexo o los cuidados. Un heteróclito conjunto de conocimientos e historias que, con un brillante y muy personal estilo, nos orientan, en definitiva, hacia cómo ser felices, aquí y ahora, junto a los demás. «Los materiales que utiliza Emanuele Coccia proceden de la antropología, la psicología, la sociología, la teología... Y admiro esa forma de arrojo intelectual». Alessandro Baricco «Hay un estilo, una música y una estética Coccia. Su obra combina el arte para la metáfora de Peter Sloterdijk y la agilidad de la prosa de Giorgio Agamben».Libération «Tenemos que pensar en la casa: vivimos en la urgencia de hacer de este planeta un auténtico hogar, mejor aún, de nuestras residencias un verdadero planeta, un espacio capaz de acoger a todos y a cada uno. El proyecto moderno de globalizar la ciudad tiene, pues, que ser sustituido por el de abrir nuestras casas para hacerlas coincidir con la Tierra».Alessandro Baricco
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Coccia, Emanuele
DE OVIDIO A LA PANDEMIA MUNDIAL Por fin en castellano, el original e iconoclasta ensayo que ha sacudido el panorama del pensamiento contemporáneo. «En este ensayo Emanuele Coccia desarrolla una tesis tan atractiva como tranquilizadora: todos los seres vivos, desde el hombre hasta las bacterias, compartimos una misma vida, sin principio ni fin, que se ha transmitido durante siglos y no pertenece a nadie realmente». Le Monde «Hay un estilo, una música y una estética Coccia. Su obra combina el arte para la metáfora de Peter Sloterdijk y la agilidad de la prosa de Giorgio Agamben». Libération «El mundo no es un contenido, un conjunto de cosas, sino un procedimiento que todo el tiempo recombina los materiales existentes, un collage permanente y natural, cósmico e involuntario, que tiende a mezclar los elementos del universo». IGNACIO NAVARRO, Página 12 En el comienzo éramos todos el mismo viviente. Y las cosas no han cambiado tanto desde entonces. Hemos multiplicado las formas y las maneras de existir, pero todavía hoy somos la misma vida. Desde hace millones de años, esta se transmite de cuerpo en cuerpo, de individuo en individuos, de especie en especies. Y aunque se desplaza y se transforma, la vida de cualquier ser vivo no comienza con su propio nacimiento sino que es mucho, mucho más antigua. Nuestra vida, que imaginamos como lo que hay de más íntimo e incomunicable en nosotros, no tiene en realidad nada de exclusivo ni de personal: nos fue transmitida por otro, animó otros cuerpos, otras parcelas de materia distinta a la que nos alberga. Fuimos los mismos humores, los mismos átomos que nuestra madre. El aliento de otra vida se prolonga en el nuestro, la sangre de otra circula en nuestras venas, moldea nuestro cuerpo. Del mismo modo, nuestra humanidad tampoco es un producto originario y autónomo. Es también la prolongación y la metamorfosis de una vida anterior. Más precisamente, es una invención que algunos primates ,otra forma de vida, supieron extraer de su propio cuerpo, de su ADN, de su manera de vivir, para hacer existir de otra manera la vida que los habitaba y los animaba. Son ellos los que nos transmitieron esta forma, y los que a través de la forma humana continúan viviendo en nosotros.
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