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Una divertidíssima sitcom sobre la comunitat de veïns més estrafolària. Roberta Vázquez és una de les il·lustradores de còmic més reputades del nostre país. Aquest és el seu primer còmic infantil. Amb un univers personalíssim, irreverent com cap altre, on l'humor i la celebració de l'absurd són els grans protagonistes. A mig camí entre el còmic (vinyetes) i llibre de lectura, un debut divertidíssim, intel·ligentíssim i també molt tendre. Una celebració de l'amistat, de viure en comunitat i d'ajudar-se els uns als altres. Hi havia una vegada una casa, una casa meravellosa: tenia jardí, golfes i soterrani. Només li faltava una piscina. I els habitants... eren bona gent, tot i que de vegades podien ser una mica estrafolaris. O directament un autèntic desastre... perquè el normal era embolicar-la ben parda. El que és segur és una cosa: en aquesta casa és impossible avorrir-se.
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Un pimiento loco vende zapas.Un plátano piropea a una rosquilla.Un helado de fresa runnerno para de dar la brasa en redes sociales.Unaporción de pizza youtuber triunfa entre los pobres.Bienvenido a un universo chaladísimo dejóvenes losers del siglo XXI, entre Peter Bagge y Elrey de la colina.Un delirio de alimentos antropomorfos que hablan y sufren en nuestro mundo: vanidad en internet, precariedad laboral, viviendas lamentables… y, a pesar de todo, risas.
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Una desterrnillante sitcom sobre una comunidad de vecinos de lo más estrafalaria. Roberta Vázquez es una de las ilustradoras de cómic más reputadas de nuestro país. Este es su primer cómic infantil. Con un universo personalísimo, gamberro a más no poder, donde el humor y la celebración de lo absurdo son los grandes protagonistas. A medio camino entre cómic (viñetas) y libro de lectura, un debut divertidísimo, inteligentísimo y también muy tierno. Una celebración de la amistad, de vivir en comunidad y de ayudarse los unos a los otros. Érase una vez una casa, una casa maravillosa: tenía jardín, desván y sótano. Solo le faltaba una piscina. Y los habitantes... eran buena gente, aunque a veces podían ser un poco estrafalarios. O directamente un auténtico desastre... porque lo habitual era que la liaran bien parda. Lo que es seguro es una cosa: en esta casa es imposible aburrirse.
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¡SOCORRO! Un pimiento loco vende zapas. Un plátano piropea a una rosquilla. Un helado de fresa runner no para de dar la brasa en redes sociales. Una porción depizza youtuber triunfa entre los pobres. Bienvenidoa un universo chaladísimo de jóvenes losers del sigloXXI, entre Peter Bagge y El rey de la colina. Un delirio de alimentos antropomorfos que hablan y sufren en nuestro mundo: vanidad en internet, precariedad laboral, viviendas lamentables… y, a pesar de todo, risas. El libro que las frutas ecológicas y las pizzas artesanas no quieren que leas.
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