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Areitio, Argiñe
Este libro recoge treinta y cuatro pueblos. Son lugares en los que, por una razón u otra, nos hemos sentido plenos. Puede ser por el entorno, por la localización, por el patrimonio, por sus casas, sus gentes... La lista inicial de pueblos era mucho más larga y muy variada como no puede ser de otra manera en un territorio tan rico en paisajes como es Navarra. Los hay que se encaraman a cerros áridos, otros se acurrucan a los pies de sierras y montañas, algunos están perdidos en valles estrechos, mimetizados con el medio natural, y los hay que respiran asentados en valles amplios componiendo una sinfonía perfecta en la que cada núcleo es una nota musical.
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Sua Edizoak
Aquí, en lo más alto, asomados a estos precipicios de vértigo, nos dejamos embaucar por un océano de piedra que reclama nuestra atención como si de un mar de profundas aguas se tratase. Las crestas rocosas se rizan como la espuma del mar. Nos salpican con sus cantos afilados, como si quisieran desafiarnos. «Atrévete», susurran… Los valles se asemejan a profundas simas en las que habitan seres extraños, lejanos, deformados por la distancia. La intensidad de los verdes varía dependiendo de dónde se encuentren, más lejos, más cerca… verdes brillantes, más oscuros aquellos, mates estos otros, con un punto turquesa los de más allá. En este mar silencioso solo el viento se atreve a navegar raudo e imparable, ese aire caprichoso que nos asalta cuando menos lo esperamos y se lleva nuestra alma en volandas. Suspiramos entonces. Estos océanos de piedra que son los Pirineos, nuestras montañas, nos tienen atrapados. Hay cumbres imprescindibles, esas que, como miradores diseñados por un arquitecto ducho en la materia, nos regalan unas vistas que para sí quisieran muchas costas. Son cumbres exigentes que exigen un esfuerzo, pero dan tanto a cambio… O puede que sean imprescindibles porque su ubicación es un privilegio natural, o porque cuando subimos a ellas nuestra simbiosis con la naturaleza fue perfecta… Da igual la razón. Hay montañas que, sí o sí, exigen nuestra atención.
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