4 Libros encontrados
Agudo Villanueva, Mario
Los mitos griegos y romanos han sido una fecunda fuente de inspiración. Su origen se pierde en los alboresde nuestra civilización, pero su eco se mantiene vivo en nuestro mundo, tanto en el lenguaje como en la industria cultural. Palabras como afrodisiaco, erótico, tanatorio, hipnosis o morfina tienen su origen en este vasto conjunto de relatos, que a lo largo de la historia han proporcionado innumerables motivos para artistas, escritores, guionistas y cineastas. Viajar al mundo de la mitología clásica es explorar nuestrosorígenes como sociedad y encontrar la explicación a un amplio número de rasgos que caracterizan nuestra cultura. Mitología clásica ofrece un fabuloso viaje a este mundo de historias ancestrales en las que dioses,diosas, héroes, heroínas, criaturas fantásticas y simples mortales tejieron con sus hazañas los orígenesdel mundo tal y como lo conocieron nuestros antepasados. Cuatro son los ámbitos que estructuran los relatos que se presentan en este volumen: la physis (historias de la creación), thánatos (historias de muerte ydestrucción), eros (historias de amor y creación) y Logos (historias de la razón). Desde los tiempos del caos hasta los de la creación de la primera pareja deseres humanos, desde las grandes disputas de dioses,titanes y gigantes por el control del universo, hastala revelación de la agricultura. Una tupida red de personajes y vivencias que sirvieron para tejer historia de nuestros orígenes. «Pocas veces comienzas a leer un libro y a las escasas páginas te das cuenta de que es mágico».María Engracia Muñoz Santos, Desperta Ferro «Un documentado recorrido por la etapa más luminosa de Grecia» Cecilia Frías, El Cultural «Mario Agudo combina su reflexión crítica con un estilo narrativo ágil y personal». Carlos García Gual. AUTOR Mario Agudo Villanueva (Madrid, 1977). Licenciado en periodismo y MBA por la Universidad de Deusto y la EAE. Ha compaginado su carrera profesional en el mundo de la comunicación con trabajos de investigación y divulgación en el campo de la historia, con numerosas publicaciones en revistas especializadas, tanto académicas como de divulgación. Ha sido director de publicacionescomo Románico y Mediterráneo Antiguo, así como colaborador habitual de espacios de radio como Ser Historia. En la actualidad forma parte del consejo editor deKaranos. Bulletin of Macedonian Studies. Es autor delos libros, Palmira. La ciudad reencontrada (Confluencias, 2016), Macedonia. La cuna de Alejandro Magno (Dstoria, 2016) y Atenas. El lejano eco de las piedras(Confluencias, 2018).
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Agudo Villanueva, Mario
Desde la mítica cima de la Acrópolis, símbolo clásico de Atenas, nuestra mirada se detiene en las verdes y pedregosas colinas de las musas y las ninfas, los restos del Agora antigua limitada por el Areópago y la Kolonos Agoraios, el Agora romana y la Bibl
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Agudo Villanueva, Mario
Animales y seres fantásticos del mundo antiguo al Medievo cristiano. Incluye coda final con imágenes y equivalencias simbólicas de los animales y seres fantásticos que conforman el bestiario.Procedente del mundo grecorromano, bizantino y persa, el bestiario fantástico se apodera del mundo cristiano románico no sin resistencias y críticas. No obstante, cuando se sacraliza esta estética pagana convirtiendo a los animales -tanto reales como imaginarios- en portadores de virtudes o perversiones, empiezan a plagar capiteles, canecillos, metopas, tímpanos, arquivoltas, muros, pilas bautismales, objetos litúrgicos y una incontable serie de soportes que, lejos de la mera función ornamental, aportan un significado simbólico cuyo sentido trata de desentrañarse en este libro.El bestiario fantástico es uno de los motivos escultóricos que más interés genera, y el que mayor efecto de intimidación provoca en el hombre medieval. Estas peculiares e imaginativas bestias nacían por combinación de partes de animales diferentes, creando estampas, en ocasiones, atroces. Los animales podían ser representados solos, en lucha entre sí o con hombres indefensos, siempre con el objetivo de conmover y motivar al creyente en su esfuerzo por evitar las tentaciones y renegar del pecado.Aunque cualquier símbolo tiene dualidad de significados, incluso completamente opuestos, el románico usó ciertos animales con predilección para manifestar el bien y otros como formas del mal. Las aves como la cigüeña, el águila o la paloma simbolizan el anhelo del espíritu por alejarse de lo terrenal en busca de valores más altos. El león, por su parte, representa nobleza y fuerza. Son animales que ''guardan'' el templo. No impiden el paso al recinto sagrado pero advierten que el umbral divide lo sagrado de lo profano. Por el contrario, en la nómina de los animales relacionados con el mal aparecen el mono, como caricatura grotesca del hombre, la serpiente, símbolo del pecado y del demonio, la liebre y el conejo asociados con la concupiscencia por su fertilidad, el jabalí y el cerdo por ser lujuriosos, sucios y perezosos...Esta obra es una verdadera guía sobre todo ese bestiario a través de un proceso de deconstrucción de su significado que, en ocasiones, se remonta a nuestro pasado más arcaico. Un viaje a través del arte, de los mitos, leyendas y tradiciones populares en cuyos contenidos se encuentra buena parte de nuestras principales preocupaciones existenciales.
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Agudo Villanueva, Mario
Filipo de Macedonia, conquistador de Grecia, forjador de la falange, estadista genial, y, sin embargo, eclipsado por dos colosos contemporáneos: Demóstenes, su gran antagonista, y su propio hijo, Alejandro Magno, acaso la figura más célebre de la Antigüedad. Si el orador dibujó en sus ácidas Filípicas el retrato de un tirano que acabó con la democracia ateniense, el vástago de Filipo empequeñeció los logros de su progenitor, llevando su planeada invasión del Imperio persa hasta donde ningún griego hubiera siquiera soñado. Pero doblegar a los aqueménidas, quemar Persépolis y alcanzar las orillas del Indo jamás hubiera sido posible sin los sólidos cimientos plantados por su padre. La irrupción de Macedonia en el siglo IV a.C. coincidió con el declive de las hasta entonces potencias hegemónicas en la Hélade, Esparta, Tebas y, sobre todo, Atenas, desplazadas en apenas unos años por ese reino periférico. Filipo de Macedonia fue el gran artífice de esta transformación, por lo que la propaganda política de sus rivales le presentó como un hombre despiadado y sanguinario, oportunista y calculador, embaucador, borracho y mujeriego, un tirano dispuesto a todo por reducir a los griegos a la esclavitud. Una imagen afianzada en el imaginario colectivo, donde la figura de Alejandro Magno se dibuja a partir del turbulento triángulo afectivo que formaba con sus progenitores, Filipo, un padre beodo y maltratador, y Olimpíade, una madre mística, posesiva y conspiradora. Sin embargo, el análisis de las fuentes literarias y arqueológicas que nos brinda Mario Agudo Villanueva en su libro Filipo de Macedonia permite liberarnos de esa imagen para descubrir a un gobernante capaz de rescatar del abismo a un reino desahuciado, de reformar el ejército hasta convertirlo en una máquina invicta, de manejar los hilos de la diplomacia griega con una astucia formidable y de explotar los recursos naturales de su territorio para convertir a Macedonia en la mayor potencia económica, política y militar del momento. Si no podemos entender el mundo antiguo sin Alejandro, no podemos entender Alejandro sin Filipo.
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