2 Llibres trobats
Beattie, Ann
Hay algo casi quirúrgico en la manera en que Ann Beattie observa, disecciona y retrata a las personas, sus contradicciones, sus deseos y los intentos, a veces fallidos y a veces terriblemente hermosos, que realizan para vincularse entre ellas. Las posibilidades e imposibilidades de la monogamia y la fidelidad, la amistad como un destino casi inevitable y la adultez por momentos esquiva son motivos y conflictos que se superponen y se suceden a lo largo de estos trece cuentos cargados de diálogos precisos, capas y capas de sentido y de una frescura que, de tanto en tanto, toma la forma aguda de un puñal. Comparada con John Cheever y J. D. Salinger, admirada por Lorrie Moore y Margaret Atwood, Ann Beattie es un verdadero ícono de su generación. La casa en llamas selecciona, entre su vasta publicación en la revista The New Yorker, sus mejores cuentos, sus relatos míticos.
Has afegit la quantitat màxima disponible.
Beattie, Ann
Considerada en EE. UU. como una de las novelas más influyentes de la década de los setenta, Postales de invierno es la novela con la que Ann Beattie debutó y que le sirvió para ser inmediatamente identificada como una de las voces más importantes de su generación. La novela –que retrata como pocas el desencanto de la juventud americana posterior al movimiento hippie– cuenta la historia de Charles, un joven perdidamente enamorado de Laura, una mujer casada, de su amigo Sam, eterno parado, de Clara, su hipocondríaca madre que se pasa el día deprimida en la bañera, de Tod, su padrastro, y de Susan, su hermana. La música pop, el cine y otros elementos de la cultura popular le sirven a Beattie para tratar con ironía temas tan universales como el amor no correspondido, la insatisfacción laboral o las relaciones familiares, y así lo que podría leerse como una divertida comedia de situación se convierte en una aguda mirada sobre una generación que se resiste a abandonar el idealismo de su juventud y a someterse a las normas que imperan en la sociedad. Postales de invierno resulta ser –recogiendo las palabras de Rodrigo Fresán en el prólogo– «una de las novelas más tristemente graciosas o graciosamente tristes que jamás se hayan escrito».
Has afegit la quantitat màxima disponible.