gtag('config', 'AW-1000876650');
Tiendas

ENTREVISTA PAU NIN: maestro iniciador de la robótica educativa en las aulas

Pau NinPau Nin es maestro de educación primaria apasionado por la programación y robótica educativa. Actualmente trabaja como tutor de un grupo de primaria en la escuela Sagrat Cor de Sarrià y es responsable del Blog Scratch Català.

Abacus: ¿Cómo surgió tu interés por la robótica?
Pau Nin: De pequeño, a menudo me preguntaba cómo funcionan los objetos cotidianos. Cuando hablamos de robots no sólo debemos pensar en las máquinas que hay en las fábricas o los que vemos en las películas de ciencia ficción: en casa y en nuestro día a día encontramos un montón de ejemplos, y es importante que los niños conozcan cómo son por dentro.

A: ¿En qué momento te diste cuenta de la importancia que un robot educativo puede tener en las escuelas? ¿Cuál fue el detonante?
PN: Hace cinco años en la universidad: descubrí que en algunas escuelas catalanas comenzaban a trabajar con este recurso y quise saber más. El detonante de todo fue Scratch, un entorno de programación visual para bloques dirigido a niños y jóvenes que permite crear historias, juegos y animaciones y compartirlas con otras personas de todo el mundo. Este software libre es gratuito y hoy en día es la pieza clave del rompecabezas, ya que casi todos los robots educativos se programan con Scratch o un entorno similar.

RobóticaA: ¿Cuáles son los beneficios de enseñar robótica, o a través de ella, en los diferentes niveles educativos? ¿Es posible trabajar a cualquier aula o existe algún requisito previo de edad o conocimientos?
PN: Partimos de la definición de robótica educativa: es el sistema de aprendizaje interdisciplinario que hace uso de robots como hilo conductor transversal para potenciar el desarrollo de habilidades y competencias en los alumnos. Hablamos del trabajo en equipo, la iniciativa, la toma de decisiones, el esfuerzo, la tolerancia a la frustración o la autosuperación: aspectos que se pueden trabajar en el aula con los robots como soporte.

A: Y en este sentido, que recomendarías para los grupos de menor edad? Y para los más mayores?
PN: Tanto a unos como a otros les diría que jueguen y experimenten con los robots para que al mismo tiempo, sin darse cuenta, aprenderán un montón de cosas: no sólo conceptos de programación o de la robótica (como sensores, procesador y actuadores), sino todo lo que tiene que ver con el pensamiento y las habilidades y competencias que apenas comentábamos.

A: Todos los alumnos de un aula no orientarán su futuro hacia una ingeniería. ¿Cómo puede beneficiar la robótica a los estudiantes que no vayan a ser ingenieros?
PN: En los últimos años hay un interés creciente para que niños y jóvenes aprendan a programar. Podríamos pensar que el objetivo final es fomentar vocaciones tecnológicas para que los estudiantes lleguen a hacer ingenierías y otras carreras relacionadas con las ciencias de la computación. Es cierto que hay una falta de perfiles profesionales de esta clase, pero el propósito de la programación y la robótica educativa no es este. De acuerdo con los creadores de Scratch, programar no es un conjunto de habilidades técnicas, sino un nuevo tipo de alfabetización y expresión personal, valiosa para cada uno, tanto como aprender a escribir; la programación es una nueva manera para que las personas organicen, expresen y compartan sus ideas.

EducaciónA: Pero… ¿cómo es trabajar la robótica? ¿En qué se diferencia de otros trabajos escolares?
PN: Hacer robótica en el aula implica un papel activo por parte del alumno. Es por ello que encaja muy bien en el trabajo por proyectos, el aprendizaje basado en retos o problemas y otras metodologías que hace muchos años que existen y que difieren de lo que entendemos como escuela tradicional.

A: En este sentido, ¿cómo de complejo puede ser, para un maestro sin experiencia con robots ni en ingeniería, incorporar actividades de robótica educativa en la escuela?
PN: En la actualidad encontramos robots educativos de todo tipo. Naturalmente aquellos diseñados para la etapa secundaria son más complejos que los de infantil y primaria, pero aun así un docente, bien sea por su cuenta o realizando una formación, puede aprender su funcionamiento para luego pasar al estadio más importante: ver de qué manera el robot encaja con el contenido y la pedagogía en el aprendizaje significativo del alumno.

A: ¿Y qué es lo que más te gusta de la enseñanza y qué es lo que más has disfrutado de la robótica educativa?
PN: Soy de los que defienden que sin emociones no hay aprendizaje. Los robots aportan un componente de motivación importante, pero esto no lo es todo; si conseguimos generar un clima emocional sano y de confianza en el aula, donde no se penalice el error sino que lo usamos como motor de aprendizaje, los niños y jóvenes pueden alcanzar las metas que se propongan.

A: Por último: ¿cómo convencerías a los profesores que no están familiarizados con este campo para que se unan a la aventura? ¿Tienes algún consejo?
PN: Es evidente que la escuela no puede quedar al margen de los cambios actuales en la sociedad, de ahí tan docentes como familias estamos facilitando el acceso a la tecnología. No sólo pretendemos que sean usuarios sino también creadores, de ahí que sea tan importante educar en el buen uso y en entender cómo funciona. Con respecto concretamente a la robótica educativa, en los últimos años se ha producido un interés creciente y tanto es así que podemos hablar de una moda. Pero más que un hecho pasajero, muchos centros educativos demuestran con buenas prácticas que la robótica educativa ha venido para quedarse. Aquí encontramos una comunidad importante de educadores que comparten estas experiencias en eventos como la Jornada Programa o los encuentros ScratchEdMeetup. Por eso, aquellos que quieran unirse a la aventura los invito a participar y, por supuesto, que lo prueben en el aula sin miedo a equivocarse.

4.3 (86.67%) 6 voto(s)

Deja un comentario